Tenías radar para las flores
Con un hilo de voz tenue
Hablabas con ellas antes
Que expandieran su olor por todo alrededor
Y las naranjas blancas
Caídas y fermentadas en el suelo
Te curaban
Siempre para ti una fiesta
Subirte a la furgoneta
Para ir a la garriga
Los fines de semana
La más agradecida de la casa
Cantabas tu alegre canción
A lo largo del trayecto
Y eran tus aleluyas a los almendros
Distintas a las de las oliveras en floración
No puedo decir te echo de menos
Sabiéndote presente espiritualmente
Es mi conciencia
Su apego a lo que ve
Que me distancia a conversar contigo
Y por eso te escribo esta carta
Para que sigas protegiendo
Las flores de la tierra que
Hoy ha estado llorando
Porque será Pascua florida -¡qué tristeza!-
Y no hay un solo tomillo en ella
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